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Escoliosis en niños: La importancia del diagnóstico temprano

Escoliosis

La escoliosis es una condición en la que la columna vertebral se curva de forma anormal, adoptando una forma en «C» o en «S», dicho cambio puede aparecer en etapas tempranas de la vida, por lo que su detección temprana es relevante en niños para evitar su progresión.

Algunas formas de escoliosis son congénitas, lo que significa que se desarrollan antes del nacimiento debido a anomalías en la formación de la columna vertebral.

Entre las principales señales de alerta para obtener un diagnóstico temprano de la escoliosis en niños están: una asimetría en la posición de la cabeza, hombros, omóplatos o caderas, una línea de la cintura desigual, inclinación del cuerpo hacia un lado o cambios en la postura al estar de pie.

Dicha detección es primordial para para poder intervenir rápidamente y evitar que la curva de la columna se agrave. Durante el crecimiento, la curva puede aumentar rápidamente, lo que puede llevar a problemas más graves y dificultades para el desarrollo normal de la columna vertebral. Al detectar la escoliosis en una etapa temprana, se pueden tomar medidas preventivas y correctivas adecuadas.

Los síntomas de la escoliosis pueden variar según la gravedad y la progresión de la curva. Algunas personas pueden experimentar dolor de espalda, fatiga muscular o asimetría en los hombros, caderas o costillas. En casos más graves, la curvatura de la columna puede comprimir los órganos internos y causar dificultades respiratorias o cardíacas.

El diagnóstico de la escoliosis en niños se basa en una combinación de evaluación física, historia médica y pruebas de imagen. El médico realizará un examen físico detallado para evaluar la postura, la movilidad y la alineación de la columna vertebral.

Además, se requiere de radiografías u otras pruebas de imagen para medir la curvatura de la columna, la ubicación de la curva y determinar su progresión.

Clasificación de la escoliosis según diagnóstico:

Escoliosis Infantil:

La escoliosis infantil se refiere a la curvatura anormal de la columna vertebral en niños menores de 3 años. A diferencia de la escoliosis en adultos, la escoliosis infantil puede ser causada por anomalías congénitas de la columna vertebral o por condiciones neuromusculares. En algunos casos, la curvatura puede empeorar rápidamente a medida que el niño crece, lo que hace que el diagnóstico temprano y el tratamiento sean especialmente importantes.

Escoliosis Juvenil:

La escoliosis juvenil se desarrolla en niños de 3 a 10 años de edad. En esta etapa, la curvatura de la columna puede progresar rápidamente debido al crecimiento y desarrollo del niño. Aunque no siempre se conocen las causas exactas de la escoliosis juvenil, se ha sugerido que factores genéticos y hereditarios pueden desempeñar un papel importante. Es fundamental realizar un seguimiento regular y controlar la progresión de la curvatura durante esta etapa crucial de crecimiento.

Escoliosis Adolescente:

La escoliosis adolescente es la forma más común de escoliosis y se desarrolla durante la pubertad, generalmente entre los 10 y los 18 años de edad. Afecta con mayor frecuencia a las niñas que a los niños. La escoliosis idiopática del adolescente, es decir, la escoliosis sin una causa conocida, es la forma más prevalente en esta etapa. La curvatura puede aumentar de forma significativa durante el estirón de crecimiento en la pubertad, por lo que el diagnóstico y tratamiento tempranos son esenciales para prevenir complicaciones a largo plazo.

En todas las etapas de la escoliosis infantil, juvenil y adolescente, es fundamental realizar un seguimiento regular con un médico especialista en columna vertebral. El tratamiento puede incluir fisioterapia, ejercicios específicos, el uso de corsés ortopédicos y, en casos más severos, la cirugía. El objetivo principal es controlar la progresión de la curvatura y minimizar el impacto funcional y estético en la vida del paciente.

Es importante tener en cuenta que cada caso de escoliosis es único y requiere un enfoque individualizado. Un equipo médico especializado puede proporcionar un plan de tratamiento adecuado y brindar apoyo emocional a los niños, adolescentes y sus familias a lo largo del proceso.

Tratamiento para el control o corrección de la escoliosis:

Aunque cada caso es único, existen varios tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar la progresión de la curvatura y mejorar la calidad de vida de los niños afectados.

Corsés ortopédicos:

Estos dispositivos se usan para mantener la columna vertebral en una posición más alineada y evitar que la curvatura empeore. Los corsés ortopédicos son personalizados y se adaptan a la forma única de la columna de cada niño. Por lo general, se usan durante varias horas al día y se ajustan de acuerdo con la recomendación del médico. El uso adecuado y constante del corsé puede ayudar a frenar la progresión de la curva durante el período de crecimiento, no obstante, no a corregir el problema.

Fisioterapia y ejercicios específicos:

La fisioterapia desempeña un papel fundamental en el tratamiento de la escoliosis en niños. Los fisioterapeutas especializados pueden diseñar programas de ejercicios específicos para disminuir el dolor, fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la postura y estabilizar la columna vertebral. Estos ejercicios se adaptan a las necesidades individuales de cada niño.

Cirugía:

En casos más severos de escoliosis, cuando la curvatura es superior a 40 grados o cuando el tratamiento conservador no ha sido efectivo, la cirugía puede ser considerada.

La cirugía de escoliosis generalmente implica la corrección de la curvatura mediante la inserción de varillas, ganchos y tornillos para estabilizar la columna vertebral en una posición recta.

Esta opción se reserva para situaciones en las que hay riesgos para la salud o una progresión rápida de la curvatura que no puede ser controlada por otros medios. El equipo médico evaluará cuidadosamente cada caso y discutirá los riesgos y beneficios de la cirugía con los padres y el niño antes de tomar una decisión.

Es importante destacar que el éxito del tratamiento depende de la detección temprana y el compromiso con el plan de tratamiento recomendado.

El apoyo emocional y la educación para el paciente y la familia son igualmente importantes para afrontar los desafíos asociados con la escoliosis. Un enfoque multidisciplinario, que involucre a médicos especialistas, fisioterapeutas y otros profesionales de la salud, puede brindar el mejor resultado posible para los niños con escoliosis.

Con un diagnóstico temprano y un enfoque integral, se puede promover una columna vertebral saludable y mejorar la calidad de vida de los niños afectados por la escoliosis.

En Clínica Zahha contamos con la ortopedia y traumatóloga Mónica Alfaro Zamora, quien cuenta con una subespecialidad en Cirugía y Columna con experiencia en el tratamiento tanto de adulto como de niños.

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